En una revisión de la cuenta pública del segundo año de ejercicio del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la Auditoria Superior de la Federación (ASF) detectó diversas irregularidades en el gasto ejercido para la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que será inaugurado en un mes.
En una revisión hecha a 215 contratos de adquisiciones, arrendamientos y servicios en 2020, la ASF realizó nueve auditorias con una muestra de 17 mil millones de pesos, es decir el 92.2%, de los 18 mil 444 millones de pesos que se ejercieron en dicho año.
Entre las diversas irregularidades y observaciones emitidas por el órgano fiscalizador, se sugirió a la empresa Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, S.A. de C.V y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) actualice el Análisis de Costo Beneficio (ACB) relativo a las estimaciones de demanda de pasajeros y de carga que atenderá este complejo aeroportuario así como la regulación del tránsito aéreo del Sistema Aeroportuario Metropolitano integrado por el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, el Aeropuerto Internacional de Toluca y el AIFA.
Este análisis es realizado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) que consiste en una evaluación socioeconómica para determinar su conveniencia de inversión mediante una valoración técnica.
La ASF señaló que con base en la información presentada, hasta el momento no se puede determinar si los cálculos hechos a la demanda y flujo de pasajeros y carga son apegados a una realidad postpandemia de Covid-19 por lo cual solicita saber las fuentes de información que sustentan las previsiones.
“Es necesario complementar los datos, parámetros, fórmulas y cálculos que sustentan a las estimaciones, para garantizar la calidad de la información. En el ACB se presentó la demanda esperada de pasajeros en el Sistema Aeroportuario Metropolitano (SAM) para el periodo 2010-2052; al respecto, derivado de la pandemia provocada por el Covid-19 es pertinente que se actualicen las estimaciones de la demanda de servicios aeroportuarios previstas para el proyecto, considerando las repercusiones de la pandemia de la Covid-19, entre otras variables y eventos relevantes que podrían incidir en el proyecto”, expuso.
Entre otras irregularidades, por ejemplo, en la construcción de la Terminal de Pasajeros de esta obra insignia del sexenio, la ASF expuso que en este espacio se construyeron menos pasillos teléscopicos de los estipulados en el Plan Maestro, es decir, de los 17 prepuentes proyectados, el Ejército sólo construyó 14.
De igual forma, la ASF señaló que no se determinó el destino de 1,870 toneladas de acero proveniente del aeropuerto de Texcoco y que el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México donó y que se encuentran en los almacenes de los proveedores encargados de su transformación.
En la Torre de Control, la Auditoria comprobó que en el almacén del Frente 5 existen materiales que fueron donados por el GACM, sin que a la fecha de la revisión se acreditara el uso y destino de los mismos, ya que algunos de ellos se encuentran a la intemperie y expuestos a la corrosión.
Además, expuso que en el Frente 5 se adjudicaron contratos para el traslado y transformación del acero proveniente del extinto aeropuerto de Texcoco, con costos elevados, respecto de los mismos trabajos adjudicados en la Terminal de Pasajeros; además, en otro procedimiento de ITP para el suministro de tubería, se adjudicó el mayor porcentaje al contratista con el precio más elevado.
Tampoco se colocó pintura intumescente en la losacero de entrepisos de la Torre de Control, no obstante que está considerada como un elemento estructural conforme a la norma Mexicana NMXC-307-1-ONNCCE-2016.
Fuente: forbes
