Laura Fernández vivió un calvario a su regreso a la capital de México procedente de España. Primero, tuvo que enfrentarse a las largas colas de los módulos de Migración en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), donde permaneció alrededor de una hora y media, acción que le hizo perder otro vuelo a Guadalajara donde vive.
Tras un viacrucis para conseguir otro boleto para poder llegar a Jalisco, se topó con un retraso de 4 horas de su aeronave desde la hora original programada.
Laura es una de los cientos de viajeros que ocupan diariamente el AICM y que se enfrentan a su cruda realidad: la saturación y la falta de mantenimiento mayor a la estructura aeroportuaria.
Sin embargo, este año, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) se ha fijado como parte de sus metas a mediano plazo la rehabilitación integral del AICM. Este año tiene contemplando inyectarle un presupuesto de 806 millones de pesos de la Federación y los recursos propios del aeropuerto para mitigar su deterioro.
Entre los planes de la SICT para dar aire al aeropuerto capitalino se encuentra sustituir escaleras mecánicas, rehabilitar el sistema de drenaje y cárcamos, así como continuar con la adquisición de los activos para limpieza en área operacional.
De igual forma, se sustituirán trabes fisuradas, se repararán los cajones de cimentación en la terminal 1 y se terminará una plataforma de emergencia que tiene un avance del 70%.
Empero, los planes para el AICM no terminan ahí; como parte de su plan de trabajo para 2022, la SICT contempla la construcción de la terminal 3, un proyecto que fue cancelado en 2020 ante la irrupción de la pandemia de Covid-19.
Para dicho proyecto, la Federación aún no ha fijado un presupuesto, pero hasta 2019, previo a la cancelación de las obras de edificación de la tercera terminal, se había contemplado un presupuesto de 3 mil millones de pesos.
En junio de 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió que se destinaría inversión para resolver el problema de los hundimientos del aeropuerto capitalino al tiempo que criticó que el fallido Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) se fuera a construir sobre el suelo fangoso de Texcoco.
“Se va también a resolver el problema de hundimientos porque tiene un problema de estructura. Toda esa zona es una zona de hundimientos, más donde iban a construir el aeropuerto de Texcoco, ahí pues es fango, ahí la tierra firme está a 30, a 40, a 50 metros de profundidad y ahí querían hacer el aeropuerto”, lanzó el pasado junio.
No obstante, y pese a que el propio mandatario federal negó la cancelación de la terminal 3, el proyecto fue abandonado y en su lugar se inauguró la ampliación de la terminal 2 con 7 nuevas posiciones de contacto, para las que se invirtieron alrededor de 500 millones de pesos. Se estimó que esta ampliación beneficiaría a 4.2 millones de pasajeros.
El pasado 3 de marzo, la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) declaró la saturación de los edificios terminales 1 y 2 del aeropuerto capitalino y estableció nuevos lineamientos para las operaciones aéreas.
En la declaratoria, la autoridad aeronática del país instruyó a la revisión y en su caso modificación en la asignación de horarios de aterrizaje y despegue. De acuerdo con la SICT, los estudios realizados determinaron que la Terminal 1 está saturada en un horario de las 5:00 a las 22:59 horas y la Terminal 2, de las 6:00 a las 19:59 horas; así como de las 21:00 a las 22:59 horas.
Adicionalmente, modificó las reglas para la operación aérea en aterrizajes o despegues (slots). Ahora, se trabajarán bajo un esquema 75/25, es decir, las líneas aéreas deberán utilizar el 75% de sus slots para poder mantenerlos y no ser sancionados por la autoridad.
Sin embargo, este no es el único problema que enfrenta el AICM; desde 2019, después de los sismos de 2017, se determinó que el terreno donde se encuentra la terminal aérea presenta hundimientos de hasta 30 centímetros por año, por lo que aunque se hicieron trabajos para mitigar este impacto, a la fecha resultan insuficientes para controlar el deterioro estructural.
Los estragos son evidentes en las dos terminales del AICM donde usuarios han reportado los hundimientos.
Se tiene previsto que la terminal 3, que no está contemplada para maximizar la capacidad de arribo de vuelos, sino para que los usuarios transiten con comodidad por el aeropuerto capitalino, se construya en las instalaciones del otrora hangar presidencial.
Fuente: forbes
