En algunos países es legal tener zorros como mascotas, pero salvo casos especiales no es una decisión aconsejable: aunque es posible amansar sus instintos naturales, difícilmente se comportarán como una mascota ya que no son animales que hayan sido domesticados como especie.
LA DIFERENCIA ENTRE ANIMAL DOMÉSTICO Y AMANSADO
Antes que nada, conviene definir qué se entiende por animal doméstico, silvestre y de compañía:
- Un animal doméstico es aquel cuya especie, como consecuencia de la cría selectiva por parte de los humanos, ha perdido parte sus instintos naturales para adaptar su conducta a la convivencia con las personas.
- Un animal silvestre, en oposición, es aquel cuya especie conserva sus instintos naturales o buena parte de ellos y cuya conducta no se ha adaptado a la convivencia con personas.
- Un animal de compañía, lo que llamaríamos mascota, es aquel que una persona tiene a su cargo sin otro propósito que el de convivir con él, sin un propósito utilitario: las gallinas, las vacas o las ovejas son animales domésticos pero, generalmente, son criados para obtener algo de ellos como huevos, leche o lana.
Para la consideración de animal doméstico o silvestre se tiene en cuenta a la especie en su estado natural, no a individuos concretos. Desde el punto de vista legal, hay animales silvestres que pueden tenerse como mascotas: las cacatúas o las tortugas son también animales silvestres y son permitidos en varios países, igual que los zorros. Otra cuestión, por supuesto, es que sea aconsejable.
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Atendiéndonos a estos criterios, los zorros son animales silvestres ya que, en conjunto, conservan sus instintos naturales como especie. Eso no significa que no se pueda forzar esta domesticación en linajes específicos, como ya se ha hecho, en realidad, con un tipo de zorro en concreto: el así llamado zorro domesticado ruso.
¿QUÉ ES UN ZORRO AMANSADO? EL CASO DEL ZORRO DOMESTICADO RUSO
Un zorro amansado es aquel que ha sido criado de forma selectiva para que tolere el contacto con humanos. A día de hoy, el mayor éxito es el logrado por el genetista soviético Dmitry Belyayev, que en 1952 puso en marcha un programa de cría de zorros domésticos a partir del zorro plateado, una variante del zorro común (Vulpes vulpes). El programa, que sigue en marcha a día de hoy, tiene como objetivo lograr una subespecie completamente domesticada de zorros.
Para conseguirlo, en cada generación de zorros los cachorros de siete u ocho meses de edad se dividen en cuatro categorías:
- Clase III: Aquellos que no toleran el contacto humano.
- Clase II: Aquellos que toleran el contacto humano, pero no reaccionan afectuosamente.
- Clase I: Aquellos que toleran el contacto humano y reaccionan afectuosamente.
- Clase IE o “élite”: Aquellos que toleran el contacto humano, reaccionan afectuosamente y, además, buscan activamente dicho contacto.
De entre los cachorros clasificados como “élite” se selecciona alrededor del 20% de los individuos, aquellos con un comportamiento más amigable, para criar. Lo que se observó fue que, en cada generación sucesiva, aumentaba el porcentaje de cachorros clasificados como “élite”, y que dicho incremento era exponencial: si en la 20ª generación alrededor de un 35% de los cachorros eran de clase IE, en la 30ª generación ese porcentaje superaba el 70%.
El proyecto ha permitido observar algunos aspectos clave en la domesticación; por ejemplo, se ha observado que este amansamiento está relacionado con un mayor porcentaje de materia gris en el cerebro. Los individuos de clase “élite” exhiben comportamientos sociales parecidos a los de los perros, aunque a un nivel más básico: por ejemplo, no acuden al ser llamados por su nombre, pero sí se tumban para que los acaricien. El proyecto, de hecho, se financia vendiendo parte de los cachorros como mascotas.
Un zorro domesticado ruso con una de sus cuidadoras, en 1974.
POR QUÉ UN ZORRO NO ES UNA BUENA OPCIÓN COMO MASCOTA
Que sea posible obtener zorros “domesticados” no significa, por supuesto, que sean buenas mascotas. Aunque pertenezcan a la misma familia que los perros (la de los cánidos), son especies que han evolucionado de forma muy distinta y tienen necesidades distintas.
Ante todo, hay que tener claro que no todas las especies de zorros son susceptibles de ser amansadas: aparte del caso muy específico del zorro domesticado ruso – que se consiguió mediante una cría muy selectiva y siguiendo criterios estrictos – solo hay dos especies en las que se ha conseguido con éxitolograr linajes amansados de individuos: el zorro rojo o común (Vulpes vulpes) y el fénec o zorro del desierto (Vulpes zerda).
Zorro rojo (Vulpes vulpes)
Fénec o zorro del desierto (Vulpes zerda).
En ambos casos, los resultados no son comparables al caso del zorro domesticado ruso: los individuos amansados siguen mostrando muchos comportamientos propios de su condición de especie silvestre. La vida en un entorno doméstico les genera estrés, ya que no pueden desarrollar sus conductas instintivas como la caza y el marcaje, y puede llevar a problemas graves de conducta. Necesitan espacios amplios al aire libre donde desarrollar, en la medida de lo posible, sus conductas naturales.
En general, tener zorros como mascotas es una mala idea por muchos motivos:
- Los zorros amansados pueden tolerar la convivencia con humanos, pero no suelen buscar el contacto con ellos y pueden mostrar comportamientos agresivos si se sienten amenazados.
- Al contrario que los perros y gatos, no se les puede educar para vivir en espacios interiores ya que tienen comportamientos destructivos y molestos como rascar, morder y marcar con orina (la cual, además, tiene un olor muy fuerte).
- No son animales sociables ni juegan de forma interactiva como lo hacen los perros y los gatos. Es más, no llevan bien la convivencia con otras mascotas que no sean de su propia especie, a menos que hayan sido criados juntos desde cachorros.
- En lo que se refiere a las personas, solo establecen lazos de confianza con uno o dos individuos y se muestran desconfiados con los extraños, lo cual puede fácilmente terminar con un mordisco.
- No responden cuando son llamados y, si se les deja en un espacio en el que puedan escaparse, es probable que lo hagan.
- No hay productos de alimentación para su especie y necesitan seguir una dieta estrictamente carnívora y con un alto contenido en taurina.
- Los cuidados veterinarios son costosos y difíciles, ya que no se dejan manipular como un perro o un gato. Además, hay que acudir a un especialista en animales exóticos con una formación específica para cada especie.
Por norma general, los únicos casos en los que un zorro debería vivir en un ámbito doméstico o semidoméstico son los de animales huérfanos o con discapacidades incompatibles con la supervivencia en libertad; e incluso entonces, necesitan un espacio y un cuidado propios de animales silvestres, como el que puede proporcionarles un santuario.
Fuente: National Geographic | Ciencia
