Con las oleadas masivas de contagios que trajo consigo Ómicron, la disponibilidad de pruebas de COVID-19 ha decrecido. A falta de suministro, los laboratorios han optado por ofrecer alternativas rápidas, que no son tan efectivas para registrar casos positivos. Ciertos sitios en línea aprovecharon la situación para vender kits de pruebas de COVID-19 falsas en Estados Unidos.
Generalmente mucho más baratas que las alternativas fidedignas, las pruebas de COVID-19 se venden al por mayor en las redes sociales. Hoy, con distribuciones de talla internacional, están propulsando que los contagios continúen. Para evitar que compres una, diseñamos una guía rápida para poder identificarlas. Éstas son las claves.
¿Cuál es el periodo de incubación del coronavirus?
Se entiende como ‘periodo de incubación‘ como “el tiempo que transcurre entre la infección por el virus y la aparición de los síntomas de la enfermedad”, explica el Gobierno del Estado de Jalisco, en México. En el caso de la COVID-19, este espacio de tiempo es de entre 1 a 14 días, según el portal oficial de la OMS.
A dos años de crisis sanitaria, sabemos que una persona puede contagiarse del virus al tener contacto con un paciente positivo. Esto es así porque la enfermedad se transmite por medio de ‘gotículas’, que se generan en la exhalación, la tos o el habla de las personas. De manera general, provienen de la nariz o la boca.
En el caso específico de Ómicron, aunque se tiene registro de que es menos agresiva, es mucho más contagiosa que las variantes anteriores. Esto es así porque logra esquivar la respeta inmune de los seres humanos, incluso si las personas cuentan con la vacunación completa. Por esta razón, las pruebas de COVID-19 falsas representan un problema que requiere atención al tercer año de pandemia.
¿Cómo funciona la prueba de antígeno de COVID-19?
La prueba de antígenos tiene la función de detectar algunas proteínas características del coronavirus. Es una de las pruebas más veloces, ya que el resultado se obtiene en cuestión de minutos. Se aplica con un hisopo nasal largo, que recolecta una nuestra líquida. Los kits de pruebas falsas de COVID-19, lamentablemente, se parecen mucho:
“Es un problema real. Estas pruebas no solo son una pérdida de dinero, sino que también aumentan el riesgo de propagar la enfermedad y que los usuarios no reciban el tratamiento médico adecuado”, enfatizó a Healthline la Dra. Emily Volk, presidenta del Colegio de Patólogos Estadounidenses.
Según sus registros, el problema viene cuando se disparan picos de contagio —y de histeria. Cuando las personas sienten mucho miedo y se ven desesperadas por conseguir una prueba, buscan alternativas en donde pueden. Así, aunque las fuentes de compra no sean confiables, se hacen de pruebas de COVID-19 falsas.
El tema no es tanto el resultado, sino confirmar una creencia que tienen desde antes. Si el resultado sale negativo —incluso si tienen todos los síntomas—, las personas sienten alivio de ‘no tener coronavirus’. Esto no quiere decir, sin embargo, que efectivamente estén sanas. Por otro lado, las pruebas oficiales cambian de precio según la demanda existente —y de pronto, aunque la gente esté contagiada, no las pueden costear.
¿Cómo sé si me aplicaron una prueba de COVID-19 falsa?
Aunque el problema se ha identificado principalmente en Estados Unidos, es una realidad que las compras en línea tienen la capacidad de enviar productos desde diferentes países. Para evitar que caigas víctima de una prueba de COVID-19 falsa, vale la pena tomar algunas precauciones:
- Revisar si el kit de prueba está avalado por la Food & Drug Administration, de Estados Unidos. En su sitio oficial hay una lista extensa: si la prueba que quieres comprar no está ahí, no la compres.
- De preferencia, comprar las pruebas en farmacias y laboratorios serios. Los grupos en Facebook y otras redes sociales no son fuentes confiables de información (ni de compra, en este caso).
- De no tener acceso a estos recursos, las pruebas fidedignas están disponibles en los módulos de atención estatales.
En México, estos módulos no sólo están instalados en los hospitales gubernamentales. Según reporta Forbes, a partir de la primera semana de enero de 2022 se activaron también en espacios públicos, como centros comerciales, parques y aeropuertos. De cualquier manera, lo mejor sería ir a estos espacios oficiales y confiables, en lugar de comprar pruebas falsas en línea.
Fuente: Muy Interesante
