El presidente Andrés Manuel López Obrador hizo un llamado a los beneficiarios del programa de Créditos a la Palabra a cumplir con su obligación de pagar sus préstamos y que fueron dispersados a personas con mayor vulnerabilidad económica durante la pandemia de Covid-19.
“No dejen de abonar porque es un crédito que se entregó de manera amplia durante la pandemia para apoyar a muy pequeños comerciantes y a la gente que tenía su pequeño negocio y a los que tenían trabajadores inscritos en el IMSS, hasta 10 trabajadores, que a pesar de la pandemia no los despidieron”, explicó.
“Se dieron estos créditos a 3 años, hay que ver cuánto se ha recuperado de estos créditos a la palabra y cuánto de las tandas, es un monto menor y el propósito es reactivar la economía popular, donde se ayuda a mucha gente que tiene pequeños negocios”, comentó en conferencia de prensa desde Palacio Nacional.
De acuerdo con información transparentada por la Secretaría de Economía, el programa Tandas para el Bienestar, que tuvo alrededor de 851 mil beneficiarios entre 2019 y 2020, el 83% no ha hecho el reembolso de los créditos, que fue de alrededor de 6 mil pesos, o lo han realizado de manera parcial.
Según la dependencia, en este periodo, sólo 141 mil 145 beneficiarios se mantuvieron al corriente en sus pagos.
Hace unos meses, el presidente de la República descartó que estos recursos vayan a significar fondos perdidos para su administración pues aunque hay atrasos entre los beneficiaros para cubrir sus cuotas, el plazo de retorno para los créditos es de tres años.
Respecto a la transformación de Telecomm Telégrafos en la Financiera del Bienestar, el mandatario federal señaló que pronto se modificará su marco legal para que pueda realizar diversas funciones como la administración de recursos y expedición de créditos.
El jefe del Ejecutivo federal comentó que aunque la empresa no perderá su vocación de comunicar a la población, sus servicios se enfocarán al sector financiero dando la posibilidad de otorgar mejores rendimientos a los ahorradores.
Fuente: forbes