Que el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) pueda emprender el vuelo atrayendo a más operadores y con ello pasajeros dependerá en mayor medida a que pueda completar el plan de conectividad terrestre con la Ciudad de México, consideró Peter Cerdá, vicepresidente regional de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) para las Américas.
Al participar en la 78 Asamblea General Ordinaria (AGM) de la IATA en Qatar, el directivo expuso que las aerolíneas han manifestado su interés por ampliar su oferta desde la nueva terminal aérea por su gran potencial, pero la apuesta está anclada a que se concreten los servicios de transporte público rápido y múltiples vialidades.
Cerdá advirtió que de no concretarse estos planes, el AIFA perderá su potencial para explotar su infraestructura ya que la viabilidad de un aeródromo depende de la eficiencia del transporte.
“Aeropuertos como los de Múnich, Seúl y Tokio están a 50 o 60 kilómetros, pero hay buenas carreteras y muchos accesos; tienen tren y transporte público, y eso es lo que necesitamos. En un día con mucho movimiento en la ciudad, uno puede hacer dos o tres horas de camino y el vuelo dura una hora, esto no es viable para nadie”, señaló.
Una de las principales apuestas que el gobierno federal ha dado es la ampliación del Tren Suburbano en su ramal Lechería-AIFA, que pretende acortar el recorrido desde Buenavista, en la Ciudad de México, hacia la nueva terminal aérea a 39 minutos.
Sin embargo, a poco más de 8 meses de haber iniciado los trabajos, los avances en el proyecto registran importantes trabas como el financiamiento y derecho de vía.
Por ejemplo, la liberación del derecho de vía del ramal que corre de Lechería a la nueva terminal aérea en Zumpango, Estado de México, un tramo que comprende 23 kilómetros, apenas reporta un avance del 40% y es en los municipios de Tultitlán y Tultepec donde mayores trabas tiene el proyecto por el rechazo vecinal.
Actualmente, la obra tiene concluidos 8 kilómetros de vías férreas en las inmediaciones de la nueva terminal aérea que estuvieron a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Tanto el gobierno federal como la empresa Ferrocarriles Suburbanos, la cual tiene la concesión sobre el ramal, proyectaron una inversión de 25 mil millones de pesos para edificar la obra. De dicho presupuesto, 15 mil millones de pesos serían aportados por el concesionario a través de un crédito gestionado en la banca de desarrollo.
No obstante, el pasado 27 de mayo, Manuel Gómez Parra, director general de Transporte Ferroviario y Multimodal de la SICT, reconoció que el crédito no ha podido ser concretado entre el gobierno federal y Ferrrocarriles Suburbanos.
Fuente: forbes