La declaración anual del impuestos puede ser un trámite muy común e incluso rutinario para la mayoría de mexicanos. Sin embargo, en algunas ocasiones se puede pasar por alto algún detalle y esto podría generar problemas muy graves ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Uno de los casos más comunes son los ingresos económicos que no son declarados ante el SAT; por ejemplo: el dinero en efectivo o los depósitos que se reciben en una cuenta “no fiscal”, es decir aquellos por los que no se expide una factura.
Esto conduce a que la mayoría de contribuyentes piense que no se deben pagar impuestos por los ingresos que no son declarados ante el SAT, pero están totalmente equivocados. Así advirtió el columnista Hugo René Ortiz.
Al momento de que el SAT revisa el comportamiento financiero de estos contribuyentes podrían surgir varios errores, ya que el dinero que recibieron en efectivo lo pudieron utilizar para efectuar el pago de una tarjeta de crédito o incluso para adquirir algún inmueble o automóvil.
Esto generaría una discrepancia fiscal, se refiere a que los gastos fueron mayores al nivel de ingresos que se percibe. Y es que para el SAT es más sencillo monitorear e incluso rastrear los gastos que los ingresos.
Al detectar el SAT que un contribuyente gastó una suma de dinero mayor a la que declaró como ingresos, la diferencia es denominada como discrepancia fiscal y estaría sujeta al pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR).
¿Qué problemática causaría esto en la declaración anual del SAT?
La declaración anual de impuestos ante el SAT es un trámite que tiene muchas reglas. Por lo que aquellos contribuyentes que tengan dos o más fuentes de ingresos deben tener mucho cuidado, ya que al realizar una sumatoria de todo el dinero que perciben se tendría que pagar un nivel de impuestos mayor en la declaración anual.
Otro caso muy común podría ser al momento de vender un inmueble, ya que muchos consideran que el impuesto se paga a través del notario. Sin embargo, el nivel de utilidad se divide en dos partes y el notario calcularía el impuesto únicamente sobre una de ellas. Es decir que en la utilidad restante, el impuesto se tendría que pagar al presentar la declaración anual ya que la tasa dependerá del nivel de ingresos que obtenga la persona.
También aplica para aquellas personas que reciban pensión de 2 o más instituciones diferentes, ya que aunque son considerados como ingresos exentos, al presentar la declaración anual podrían superar el monto límite y así se generaría el pago de ISR. Algunos contribuyentes se podrían salvar de las estrictas normas del SAT, nos referimos a quienes están bajo el Régimen Simplificado de Confianza (RESICO) ya que ellos tienen reglas muy diferentes e incluso no afectan su tasa de ISR anual.
El SAT también vigila los préstamos, donativos y premios
El SAT es muy poderoso y no se le escapa nada, a tal grado que las y los contribuyentes tenemos la obligación de incluir todos, absolutamente todos, los ingresos que se perciben. Aquí nos referimos a
los préstamos, donativos, premios o algún otro tipo de ingreso.
Es muy importante incluir todos estos datos en la declaración anual de impuestos, ya que esto evitará que se aplique alguna sanción económica e incluso serviría como soporte en caso de que se determine una discrepancia fiscal en un futuro no muy lejano.
Fuente: El Financiero