La fotografía se hizo viral. Después de un recorrido de rutina a 400 kilómetros de la Tierra, un equipo de astronautas de la NASA ‘descubrió’ un oasis en forma de corazón en el desierto egipcio. Desde el espacio, el verdor de las plantas interceptado por el Nilo simula la silueta del músculo que nos da vida.
Sin embargo, el ‘hallazgo’ no es nuevo. Por el contrario, este fenómeno natural fue consecuencia del desarrollo ingenieril de los egipcios hace miles de años. Conocido como Faiyum Oasis, tiene una superficie aproximada de 1,200 kilómetros cuadrados, según la cobertura de Live Science. Por ello, no fue difícil verlo desde la Estación Espacial Internacional.
Según los registros de la agencia, hace más de 4 mil años (hacia el 2300 a. C., aproximadamente), se modificó el paisaje intencionalmente para propiciar la agricultura. Para ello, se hizo un dique “para ayudar a regular el flujo hacia el oasis”, explica la NASA.
Después de milenios, este canal sigue transportando agua dulce a los sedimentos, hasta desembocar en el lago Qarun. “Este fue uno de los primeros proyectos hidrológicos nacionales masivos en el mundo”, explica el Departamento de Geografía de University College London (UCL). Después de tantos años de uso, el oasis adoptó la forma de un corazón humano, y sigue ‘bombeando’ agua a las ciudades aledañas.
Fuente: Muy Interesante