El 11 de diciembre de 1908 nació en Viena Amon Göth (también escrito Goeth), el oficial nazi encargado de dirigir el campo de concentración de Plaszow, en Polonia. Tras su ejecución, acusado de crímenes contra la humanidad, Göth, apodado el «carnicero de Plaszow» o «el Verdugo», se hizo tristemente célebre gracias a la magistral interpretación que de él hizo Ralph Fiennes en la película de Steven Spielberg La lista de Schindler. Durante el rodaje a Mila Pfefferberg, una judía superviviente del campo de Plaszow, le presentaron a Ralph Fiennes. La mujer, al verle vestido con el uniforme de las SS, comenzó a temblar de manera incontrolable porque le recordó vivamente al sádico nazi.
UN ANTISEMITA ALCOHÓLICO Y VIOLENTO
Göth fue el único hijo de una familia católica adinerada de Viena dedicada a la industria editorial. A los 17 años, Göth abandonó los estudios para unirse a las juventudes hitlerianas, y entre los años 1927 y 1930 fue miembro de la Steirischer Heimatschutzverband Wien (Organización de Protección del Hogar de Estiria en Viena), una facción radical y muy poderosa de un grupo nacionalista y paramilitar antisemita llamado Heimwehr. En 1930, Göth se unió a la rama austríaca del partido nazi, aunque no se convirtió en miembro de pleno derecho hasta el 31 de mayo de 1931. Todo aquel que se unió al partido antes del ascenso al poder de Adolf Hitler era considerado un alter kämpfer, es decir, un viejo combatiente, un título cargado de prestigio. Göth se unió a las SS austríacas en 1930 con el rango paramilitar SS-Mann, con el número 43.673, aunque no fue miembro de pleno derecho hasta 1932.
Desde muy joven, Amon Göth formó parte de un grupo nacionalista llamado Heimwehr, y se unió al partido nazi antes del ascenso de Hitler, por lo que fue considerado un alter kämpfer, un «viejo combatiente».
Hasta enero de 1933, Göth sirvió en las unidades de las SS Truppen Deimel y Sturm Libardi, hasta que fue ascendido a ayudante del pelotón 52º Estandarte de las SS, una unidad parecida a un regimiento, y posteriormente fue ascendido a Scharfhürer (líder de escuadrón). Tras ser ilegalizado, el partido nazi austríaco se trasladó a Múnich, donde Göth, aprovechándose de su posición, se dedicó al contrabando de radios y de armas. Göth también consumía alcohol de un modo exagerado y protagonizó episodios de violencia extrema. Tras ser detenido por la policía, fue liberado por falta de pruebas, pero volvió a ser detenido por el asesinato del canciller austríaco Engelbrt Dollfuss. Göth logró escapar y su huida lo llevó hasta un campo de entrenamiento que las SS tenían cerca del infame campo de concentración de Dachau. En 1934, Göth se casó con Olga Janauschek, a la cual abandonó meses mas tarde.
UN «ENTUSIASTA» DE LA CUESTIÓN JUDIA
Tras la anexión de Austria por parte de Alemania, Göth regresó a Viena donde volvió a retomar sus actividades con el partido nazi, y en una ceremonia civil de las SS se casó con Anny Geiger, con la que tuvo tres hijos. Durante la Segunda Guerra Mundial, Göth se granjeó cierta reputación por su experiencia como administrador en la «cuestión» judía. Sus esfuerzos por reubicar a toda la población judía por Europa le valieron ser ascendido a subteniente de las SS. En 1942, Göth fue trasladado a Lublin, Polonia, donde bajo las ordenes del Brigadeführer, Odilo Globocnik, que era el jefe de policía de las SS en la zona, participó en la llamada «Operación Reinhard», nombre en clave que se dio al plan para asesinar a todos los judíos polacos como preludio al Holocausto. El nombre de la operación tiene su origen en el oficial nazi Reinhard Heydrich, también conocido como el «Carnicero de Praga». Durante la operación, que duró seis meses, se levantaron los campos de exterminio de Bełżec, Sobibor, Treblinka, Majdanek y Chelmno.
Su «experiencia» en la «cuestión judía», le valió un ascenso y posteriormente, y como preludio al Holocausto, participó en la «Operación Reinhard».
Göth fue asignado a la unidad Totenkopfverbände (Unidades de la Calavera) de las SS, donde su primera tarea fue la supervisión de la construcción del campo de concentración de Plaszow, en Cracovia, del que posteriormente sería comandante. Las instalaciones se levantaron en un mes y para ello usaron mano de obra esclava procedente del ghetto de Caracovia. Los que no se consideraron «aptos» para el trabajo fueron deportados a campos de exterminio, mientras que varios cientos más fueron ejecutados en las calles del ghetto durante el desalojo.
EL «DIOS» EXTERMINADOR
En el discurso de inaguración del recién construido campo de Plaszow, el ya Kommandant Amon Göth, advirtió a todos los prisioneros de lo que les esperaba con estas palabras: «Yo soy tu Dios», y es que su rango le proporcionaba total autoridad para hacer su voluntad. En 1943, durante el cumpleaños de Göth, este ordenó a Natalia Karp que tocara el piano para él. La pieza que escogio Natalia fue el Nocturo de Chopin en Do Menor. Göth quedó tan impresionado por el talento de la joven, que les permitió vivir tanto a ella como a su hermana. A principios de mayo de 1944, Göth fue informado de que 10.000 judíos húngaros serían enviados a Płaszow, y para hacer espacio a los recién llegados ordenó que todos los niños del campamento fueran llevados al jardín de infantes, aunque al día siguiente serían trasladados a Auschwitz para ser asesinados.
Como nuevo comandante del campo de Plaszow, Göth se dirigió a los reclusos como su «dios», ya que podía hacer su voluntad. Como muestra de benevolencia libró de la muerte a una judía y a su hermana por tocar bien el piano.
Göth asesinaba prisioneros de forma indiscriminada todos los días. El Kommandant tenía dos perros, Rolf y Ralf, que estaban entrenados para atacar y desgarrar a los prisioneros hasta la muerte. Göth disparaba a los presos desde la ventana de su oficina junto al campo si veía que se paraban o descasaban en el patio. Un dia mató a un cocinero porque la sopa estaba muy caliente y trató de forma brutal a sus dos criadas, Helen Jonas-Rosenzweig y Helen Hirsch, quienes temían por sus vidas a diario. La teoría de Göth era que si un miembro de un equipo de trabajo escapaba o cometía alguna infracción, todo el equipo debía ser castigado. En varias ocasiones, una cuadrilla entera de trabajadores fue asesinada porque uno de sus miembros había huido. En alguna de esas ocasiones era él mismo quien se encargaba de los asesinatos. Según un testigo, el lugar escogido para las ejecuciones era la colina de Hujowa Górka, donde entre ocho y doce mil personas fueron asesinadas.
El asesinato indiscriminado formaba parte del día a día en el campo, e incluso sus perros estaban entrenados para atacar y matar a una orden suya.
UN CAMPO DIRIGIDO POR UN ENFERMO MENTAL
Cuando fue abierto, el campo albergaba 2.000 reclusos, pero en su época de mayor apogeo, llegó a albergar 25.000prisioneros, y unas 150.000 personas pasaron por allí como paso previo a su traslado a otros campos. Durante su estancia en Plaszow, Göth vivió en una villa donde tenía caballos y coches que montaba en el interior del campo, e incluso disponía de zapatero propio: un recluso al cual ordenaba unos zapatos nuevos cada semana.
El 13 de septiembre de 1944, Göth fue relevado de su cargo y acusado por las SS del robo de propiedades judías, que, según la legislación nazi, pertenecían al Estado. También se le acusó de no alimentar adecuadamente a los presos bajo su cargo, de la violación de las reglas del campo sobre el trato y castigo a los internos y de permitir el acceso a los registros del campo a personal no autorizado, pero la inminente derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial provocó que los cargos fueran retirados a comienzos de 1945. Poco después, a Göth le diagnosticaron una enfermedad mental y fue internado en un hospital psiquiátrico en Bad Tölz.
Tras ser acusado de incautar propiedades judías que pertenecían al Estado, Göth fue exonerado de la pena a causa de la inminente derrota en la guerra, siendo posteriormente ingresado en un hospital psiquiátrico.
COLGADO AL TERCER INTENTO
En mayo de 1945, Amon Göth fue detenido por el ejército norteamericano a las ordenes del general Patton. Vestido con el uniforme de la Wehrmacht, cuando fue arrestado no admitió ser un oficial de las SS, pero al ser trasladado a un campo de prisioneros situado en los terrenos del antiguo campo de concentración de Dachau, Göth fue identificado por exreclusos del campo de concentración de Cracovia-Płaszow.
Delatado por exreculsos del campo de Plaszow, Göth fue juzgado y acusado de «matar, mutilar y torturar a un gran número, no aclarado, de personas» y colgado hasta la muerte en el tercer intento.
El juicio al antiguo comandante del campo se celebró entre el 27 de agosto y el 5 de septiembre de 1946, y estuvo a cargo del Tribunal Supremo Nacional de Polonia el cual había sido reconocido por el ejército aliado. Göthse mostró impasible ante los cargos que se formularon en su contra. Dijo estar cumpliendo órdenes e instrucciones de sus superiores. También afirmó que las penas infligidas durante su mandato en el campo, incluyendo la pena de muerte, «entraban dentro de su jurisdicción disciplinaria como comandante del campo y estaban de acuerdo con las regulaciones alemanas vigentes».
Tras ser declarado culpable de homicidio por «matar, mutilar y torturar a un gran número, no aclarado, de personas», la primera condena de este tipo en un juicio por crímenes de guerra, Amon Göth fue condenado a muerte y ejecutado en la horca el 13 de septiembre de 1946 en la prisión de Montelupich, en Cracovia, no muy lejos del emplazamiento del campo de Plaszow. Su últimas palabras fueron «Heil Hitler». Tras fallar el intento de colgarlo en dos ocasiones, el «Carnicero de Plaszow» fue finalmente ahorcado, su cuerpo incinerado y sus cenizas arrojadas al río Vístula.
Fuente: National Geographic | Historia