Miles de trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) votaban el lunes para elegir a un nuevo líder sindical, en una elección que enfrenta a un poderoso dirigente de la vieja guardia con una veintena de candidatos, poniendo a prueba si el gremio puede romper con su pasado.
Unos 72,000 empleados de Pemex en todo el país podrán sufragar a través de una plataforma en internet, en la primera elección directa en los 86 años del sindicato, después de que el dirigente Carlos Romero Deschapms dimitiera tras 26 años en el cargo en medio de acusaciones de corrupción, que ha negado, y por las que nunca fue procesado.
La jornada se produce un día antes de otra votación sindical importante, de la firma automotriz General Motors en la ciudad central Silao, donde un sindicato independiente emergente pretende tomar el control del contrato colectivo.
La candidatura del aliado de Romero, Ricardo Aldana, actual tesorero del sindicato, ha despertado la preocupación entre los otros aspirantes, trabajadores y políticos de que podría prolongar una cultura que se cree ha beneficiado injusta e ilegalmente a la dirección del gremio.
Romero renunció en 2019 después de que funcionarios dijeran que era sospechoso de usar fondos ilícitos y que durante mucho tiempo había disfrutado de un estilo de vida que sus críticos, incluidos trabajadores, consideraron mucho más lujoso de lo que el personal de la petrolera podía permitirse.
Tras renunciar, el exdirigente defendió su historial como líder sindical, subrayando mejoras para los empleados, incluidas pensiones más altas. El sindicato no respondió de inmediato cuando se le pidieron comentarios sobre el caso de 2019 y Romero no pudo ser contactado.
Una trabajadora de Pemex en Tabasco, con costas en el Golfo de México, reveló que un representante sindical la animó a votar por Aldana, aunque a ella le convencía más la candidata Cristina Alonso, una de las pocas mujeres en la carrera.
“Si él gana (Aldana), Romero Deschamps va a ser el líder nuevamente”, indicó la empleada, quien pidió el anonimato para poder hablar libremente. El candidato ha negado recibir directrices de Romero.
La aspirante Cecilia Sánchez, senadora de Morena, ha increpado en Twitter a la Secretaría del Trabajo, Luisa Alcalde, diciendo que se permitía a los viejos jefes quedarse al mando, pero la funcionaria ha defendido la votación como democrática y justa.
Durante décadas, Pemex ha sido señalada como un caldo de cultivo para la corrupción y el sindicato de trabajadores petroleros fue acusado en 2000 de canalizar decenas de millones de dólares de la empresa a la campaña de un candidato presidencial en un escándalo conocido como “Pemexgate”, pero nadie fue sancionado por aquel caso.
Fuente: Reuters
