Las oportunidades laborales se ven cada vez más reducidas por el edadismo, advierte Pandapé, compañía dedicada a los recursos humanos.
Este fenómeno, en el que las empresas se niegan a contratar personas muy jóvenes o mayores, causa pérdidas tanto para el talento como para las empresas, expone la firma.
El edadismo, agrega, se basa en ideas erróneas y las compañías lo practican creyendo que tendrán buenos resultados al no contratar a personas mayores o menores.
Haydeé Jaime López, especialista en Comunicación de Pandapé, explica que las compañías creen que al contratar con el criterio del edadismo ahorrarán en gastos de salud o en mayores salarios.
Sin embargo, resalta, las compañías que contratan personal de edad mayor o muy joven obtienen como ganancias mayor experiencia, una perspectiva más abierta y diversidad.
Al evitar la discriminación por edad, profundizó Haydeé Jaime, las compañías tienen una oportunidad única para aprovechar la experiencia de los colaboradores de mayor o las nuevas habilidades de los de menor edad, permitiéndoles hacer frente a los principales retos de hoy en día, como la escasez de talento, la cual afecta a 3 de cada 4 reclutadores.
El camino que han recorrido las personas mayores ofrece una perspectiva diferente que siempre aporta, abundó la especialita. Contrario a lo que se piensa, está comprobada la gran capacidad de adaptabilidad que tienen los colaboradores de mayor edad. Por otro lado, la contratación de personas jóvenes que quieran aprender de otras generaciones mantiene al día a los equipos sobre tendencias, conocimientos y mejores prácticas.
Aunado a esto, la inclusión laboral se posiciona como la segunda preocupación de las empresas, algo que bien podría cubrirse promoviendo la contratación de colaboradores de todas las edades laborales, agregó Jaime López.
De acuerdo con la OMS, el edadismo se produce cuando la edad se utiliza para categorizar y dividir a las personas, lo que provoca daños, desventajas e injusticias, bajo formas como prejuicios, discriminación, políticas y prácticas institucionales que perpetúan creencias estereotipadas.
Para evitar el edadismo, las compañías pueden eliminar la práctica de contratar solo a cierto rango de edad, asimismo, pueden recurrir a herramientas tecnológicas de gestión de talento.
Fuente: forbes
