La inflación no es un número sino un porcentaje, para cualquiera con conocimientos básicos de matemáticas es claro que un porcentaje es un cociente entre dos números que describen las posiciones en una curva.
Por ello cuando escuchamos que la inflación sube o baja, no es número como tal sino una tasa dinámica y especialmente para los precios, es una cifra que se acumula, le explico:
Decir que la inflación es del 1%, significa que los precios aumentan mensualmente en ese nivel, por lo que decir que la inflación baja de 1% al 0.5%, sólo significa que ahora los precios aumentan menos rápido, pero siguen aumentando; el aumento mensual ahora es de apenas el 0.5%.
Por ello, cuando usted escucha este dato, no significa que los precios bajen, sino que ahora aumentan más lento, si la inflación baja. Finalmente, cuando un precio de bien o servicio sube, difícilmente vuelve a su nivel anterior, porque se acumula alza tras alza y se va haciendo un nuevo nivel, por ello una inflación que constantemente sube, implica la pérdida del poder adquisitivo en el mediano plazo.
Para que los precios bajen, la inflación debería ser negativa, a esto se le conoce como deflación y es el sentido contrario a la inflación, es decir, los precios retroceden no simplemente la velocidad a la que cambian.
El día de ayer, el INEGI publicó su indicador para el mes de abril, el cual se ubicó en 6.25% lo que hila cuatro meses a la baja, lo que ya podemos traducir como que la velocidad a la que los precios se incrementan en la economía va bajando, recordemos que al inicio de éste sexenio la inflación en la 1ª quincena de enero de 2018 era de 5.50% y hoy, aún estamos lejos de ese nivel.
El punto más alto de la inflación en México fue, no en la pandemia, sino posterior, se alcanzó el año pasado, en agosto cuando alcanzó el 8.62%.
¿Qué sigue?
Para responder esta pregunta hay que tomar en cuenta dos aspectos: la liquidez y la confianza.
Hace una semana el mismo INEGI publicó el índice de confianza de los consumidores, que es el indicador de que tan bien vemos el panorama hacia el futuro inmediato, los consumidores y de nuevo bajó. Esto quiere decir que no estamos muy seguros y que en vez de gastar o invertir en cosas como comprar un auto, la casa o aparatos eléctricos; preferimos no hacerlo.
Esto se conecta con la liquidez que tenemos los consumidores; en el caso de no querer gastar la opción que nos queda es una de dos: o mantenemos el dinero en la bolsa y/o debajo del colchón o lo ahorramos.
Por ello el indicador que va de la mano con la inflación, es la tasa de interés que el Banco de México mueve para incentivar el consumo o para frenarlo y evitar que los precios aumenten, por ello la tasa de interés está alta, en este momento.
Lo que sigue es que probablemente el Banco de México, ya no suba su tasa de interés y usted vuelva a sentir confianza para comprar, pero cuidado, debe hacerlo con base en información real sobre sus ingresos futuros, es decir, si va a comprar algo a crédito, debe cuidar tener los medios para pagarlo.
La inflación, es un indicador de qué tanto está erosionándose nuestro dinero, y la manera de protegernos de dicha erosión, es el ahorro a tasas de interés por arriba de la tasa de inflación, por ello no basta que baje la inflación, sino que también lo hagan las tasas de interés para que la economía en su conjunto se dinamice.
En mi perspectiva eso no será pronto, mi cálculo inicial era que para julio veríamos bajas importantes de las tasas de interés y parece que todo va en ese sentido.
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