La marca vuelve a reinventar la autenticidad con una propuesta que combina dulzura, actitud y herencia. Entre la ligereza de los lunares y la fuerza del metal, los nuevos Chuck Taylor All Star y Chuck 70 se transforman bajo dos conceptos que se complementan: Better With a Bow y Feminine Edge. Dos mundos distintos, unidos por la autenticidad y el estilo.
Better With a Bow: alegría envuelta en un moño
Inspirada en la magia de un regalo por abrir, esta cápsula convierte lo cotidiano en celebración. Los lunares invaden la lona, los moños toman protagonismo y cada par transmite ese aire festivo que se adapta a cualquier momento del día o la noche.
El Chuck Taylor All Star Lift Bow Platform eleva el ícono con una suela ligera tipo plataforma, gráficos de lunares y un moño decorativo en el talón que añade un toque moderno y alegre. Para los más pequeños, como los Chuck Taylor All Star Polka Dots Easy-On y Bow Easy-On, combinan comodidad, cierres fáciles y la energía lúdica que acompaña cada paso.
Cada diseño mantiene el ADN Converse: la lona tejida, el parche en el tobillo y la icónica placa All Star, ahora reinterpretados con una dosis de diversión, color y movimiento.
Feminine Edge dulzura con rebeldía.
Entre lo tierno y lo rebelde, redefine la feminidad con contraste y fuerza. Lazos de satén y tachuelas metálicas conviven en una propuesta que fusiona lo delicado con lo punk, demostrando que los opuestos también pueden ser aliados del estilo.
El Chuck 70 Bows & Studs combina materiales premium y acabados de alta calidad con una estética que equilibra lo dulce y lo desafiante. La versión Lift Platform añade una plataforma ligera que estiliza sin perder confort, gracias a la plantilla OrthoLite™, mientras que los modelos Madison y XXHi llevan el clásico con soporte adicional, cierres traseros y una silueta que se extiende hasta la rodilla.
Converse invita a descubrir una colección que celebra la individualidad y el contraste. Desde los lunares hasta los metales, cada par honra la libertad de jugar, experimentar y expresarse sin límites. Porque el estilo se siente, se vive y —a veces— solo necesita un moño para completarse.






















































