Durante una fuerte ola de calor en Tijuana, un profesor universitario, de mediana edad, estrecha una fuerte conexión con un joven proveniente de Rusia, quien busca conseguir asilo en Estados Unidos. Ambos personajes de la comunidad LGBT traen una fuerte carga de exilio emocional y una necesidad enorme de aprovechar la parte digital de sus vidas para crear una realidad alterna, mientras intentan sobrevivir en una ciudad cada vez más inaprensible.
Esto es parte del argumento central de “Tijuana, Todavía” proyecto desarrollado dentro del programa Biennale College-Cinema con el apoyo de una beca por parte de La Biennale di Venezia. El mismo fue uno de los cuatro ganadores de esa convocatoria.
“Cuando vimos que fuimos seleccionados estábamos sumamente contentos. Creemos mucho en la película y nos dio muchísimo gusto que en un lugar como la Bienal encontrará resonancia lo que queríamos contar y la perspectiva desde donde queríamos hacerlo”, comparte en entrevista Humberto Busto, quien como actor ha participado en series y películas como “Amores Perros”, “Oso Polar”, “Yellow” o “Nadie nos va a extrañar”. En los últimos años, también ha forjado una carrera como director y productor.
De ahí surgió el proyecto del documental “FOSFO” producido junto con el reconocido activista queer con discapacidad Guz Guevara. Eso los llevaría a conformar FOSFO producciones, con la encomienda de compartir con las audiencias historias que reflejen las peculiaridades y complejidades de lo que significa ser una persona de la comunidad LGBT.
DEL EXILIO FÍSICO AL EMOCIONAL
Fue en este camino que Humberto Busto se encontró con Gabriel Gutiérrez durante una de las ediciones del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF). Juntos comenzaron a trabajar en la ideal de “Tijuana, Todavía”.
Durante el proceso, recuerda el también actor, se volvió muy importante lo que estaba sucediendo en Rusia. País que desde hace más o menos dos años volvió a criminalizar a las personas LGBT, incluso encarcelándolas o “lo que es peor, se les está enviando a la guerra de Ucrania”.
A ambos creadores eso les hizo darse cuenta de un fenómeno creciente en la ciudad fronteriza mexicana: muchos rusos de esta comunidad estaban escapando de su país de origen y llegaban a Tijuana con la idea de cruzar a Estados Unidos; debido a que durante la administración del presidente Joe Biden había una ley que les permitía conseguir asilo. Desafortunadamente –comenta Humberto– Donald Trump echó abajo esa posibilidad y muchos inmigrantes rusos, la mayoría jóvenes, se quedaron sin oportunidad de irse a Estados Unidos, sin poder regresar a Rusia y sin ningún plan, porque no lo tenían en mente, de quedarse en México.
Sin bien Tijuana, Todavía es una ficción, la cinta busca sustentar su argumento en muchas de las historias que conocieron los artífices del proyecto al hablar con distintos migrantes rusos y estar en contacto con una organización que apoya a esta comunidad, ya que tanto su director como el productor han desarrollado proyectos audiovisuales de esta naturaleza con anterioridad. “El documental de FOSFO me amplió la perspectiva de lo que significa la ficción. De esta siempre me ha interesado la parte humanista y en ese sentido he tratado de irme adaptado a proyectos que tenga esa convergencia”, dice el entrevistado.
PROYECTO GANADOR
Con una película de la cual están realmente entusiasmados, tanto Humberto Busto como Gabriel Gutiérrez no dudaron en presentarla a la convocatoria del Biennale College-Cinema que este año recibió 360 postulaciones de todo el mundo. De esas se realizó una selección de 12 proyectos y después de algunos talleres solamente cuatro, provenientes de Italia, China, Estados Unidos y México, fueron ganadores de una beca de 200,000 euros cada uno, otorgada por la Bienal de Venecia, cantidad monetaria que servirá para producir las películas. Estas se proyectarán durante la edición 2026 del afamado festival.
“El programa del College es muy particular, no existe otro en el mundo así, proveniente de un festival tan importante como Venecia. Además, porque implica un plan de entrenamiento para el desarrollo de óperas primas o segundas películas, las cuales se conciben desde su inicio a través de mentorías con tutores de primera línea”, comenta Bustos, quien agrega que todo es como un sueño, pero uno por el que hemos trabajado muy duro.
El siguiente paso será comenzar la filmación de la película, que deberá ocurrir durante el primer trimestre del próximo año. Para ello están conformando un creew de creativos que son de Tijuana o tienen una relación muy cercana con esta ciudad fronteriza.
Siempre con la idea de continuar dándole visibilidad a las historias de las personas queer. El lineamiento que tiene la productora de FOSFO – agrega Humberto Busto- es que tenemos la posibilidad de compartir con la audiencia la complejidad y peculiaridad que significa que seamos LGBT. Así podemos acercarnos a un público más amplio para dejar de ser solamente un mecanismo de inclusión y convertirnos en una representación real de nosotros como personas. De esa forma vamos a conectar con nuestra audiencia de una manera mucho más humana y creemos que ese sí es un mecanismo que puede generar mucha mayor empatía en estos tiempos que podrían tornarse muy difíciles.
Fuente: Google Noticias
