En el universo del lujo, pocas casas han sabido vincular la relojería con el arte de manera tan profunda como Bvlgari. Este año, la Maison romana presenta un homenaje sin precedentes a México y a dos de sus máximos referentes culturales: Frida Kahlo y Diego Rivera. El resultado son dos relojes de edición limitada que trascienden el tiempo, convertidos en piezas de arte portátiles que condensan historia, identidad y excelencia artesanal.
Bvlgari decidió emprender un diálogo respetuoso y creativo, fruto de una profunda investigación y conocimiento, concebidas para honrar el legado de Frida Kahlo y Dieg Rivera. Tras tres años de colaboración con Frida Kahlo Corporation y la familia Rivera, nacen dos relojes que más allá de medir el tiempo, cuentan historias atemporales.
Fabrizio Buonamassa Stigliani, Director Creativo de Diseño de Relojes de Bvlgari, lideró este proyecto que captura profundamente la esencia íntima de Frida y la visión audaz de Diego, como creadores independientes y vanguardistas que transformaron la manera de entender el arte.
Tubogas Manchette Frida Kahlo
Limitado a 25 piezas, esta pieza encarna la resiliencia y el espíritu libre de la artista. Con caja y brazalete en oro amarillo, este diseño revive la icónica técnica Tubogas de los años setenta. Cada vuelta de su brazalete está grabada con una frase tomada de la correspondencia personal de Frida: “Más de mil formas de besar”. Hablamos de una declaración íntima que palpita en cada curva del reloj. Su esfera de nácar blanco, engastada con 12 diamantes, y su movimiento mecánico Lady Solotempo, reflejan la maestría relojera que convierte a esta pieza en un tesoro de colección.
Octo Finissimo Diego Rivera
También limitado a 25 piezas, se trata de un manifiesto de visión artística y amor por su país. Con caja ultradelgada de oro amarillo de 40 mm y brazalete satinado, esta creación se inspira en un mural que Rivera diseñó en la Casa Azul, donde la repetición del número romano “XI” revela su inclinación por los juegos de perspectiva y la belleza de la imperfección. Octo Finissimo incorpora por primera vez numerales romanos en su esfera, un guiño a la innovación perpetua. En su reverso, un grabado con la firma y un autorretrato del muralista convierte a cada reloj en una obra única.
Ambas ediciones limitadas demuestran cómo Bvlgari logra tender un puente entre la herencia artística mexicana y la sofisticación de la relojería suiza. Frida y Diego no solo fueron pareja en la vida, sino fuerzas creativas que desafiaron paradigmas; sus relojes, ahora, se convierten en símbolos de ese mismo espíritu.
Estas piezas representan un encuentro cultural entre Italia y México, entre el tiempo y la eternidad. Son, en última instancia, la prueba de que un reloj puede ser mucho más que un instrumento: puede convertirse en un legado.
Fuente: forbes
